Un peregrino venido de Australia, de hasta 40 metros de altura, cuya corteza parda y gruesa se agrieta y desescama cuando llega a adulto. Pero hay más detalles: hojas claras y ovaladas en la juventud, que oscurecen y se alargan con los años. Florecillas blancas de cuatro centímetros de diámetro y frutos acampanados blanco-verdosos que están sellados por una tapa en forma de diminuto sombrerito, dentro de los que se esconden numerosas semillas. De ahí su nombre, pues eucalipto en griego traduce algo así como: bien oculto . Hoy se le acusa de estimular la erosión, de consumir mucha agua con sus poderosas raíces, de hundir los suelos con su peso, de no producir frutos que alimenten a las aves ni suministrar un sitio donde aniden. Su aroma, amado antaño y relacionado por todos con catarros, Vick-vaporub y chocolate caliente, amenaza pasar de moda y ahora los eucaliptales que abundan en el país ya se miran con desprecio. Familia de olor Los eucaliptos son angiosperm
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